Su apariencia peculiar, su lugar entre los profetas, su lucha contra el mal por el poder, su rapto físico al cielo, su preeminencia en el Nuevo Testamento y su lugar en el Judaísmo hoy; Elías nos inspira a creer en la promesa del avivamiento. Elías nos anima a ver la potencial de la fe de una persona. Nos alienta a ver el poder de la oración. Nos inspira a reconocer el propósito de la Palabra de Dios y creer en todas las posibilidades que hay con Dios.