Por medio de tropezones, Abraham aprendió lo que significa creer en vez de dudar, el tener fe en vez de temor, y el tener éxito en lugar de fracaso. El es el padre de los dos tipos de fe: la fe que salva y a fe que santifica, las cuales todo cristiano debe poseer. La fe que salva nos lleva al cielo, mientras la fe que santifica nos cambia en el camino. Abraham es el modelo espiritual de las dos, y el padre de todos los que creen en las promesas de Dios.
En este libro aprenderemos cómo desarrollar las ocho características esenciales que Pedro nos da para tener una vida de victoria espiritual en Crist...
En esta serie aprenderemos cómo desarrollar las ocho características esenciales que Pedro nos da para tener una vida de victoria espiritual en Crist...