Algunas cosas nunca cambian. Hoy en dÃa las personas consideran a los ricos y hacen de menos a los pobres, de la misma manera que lo hicieron en tiempos bÃblicos. Pero sabemos que Dios no tiene en cuenta el estado y la apariencia de un hombre en su juicio. Dios ve el corazón y nos juzga en base a lo que somos, no a lo que tenemos. Santiago 2:1-13
En el primer volumen de En busca del Salvador-El Evangelio de Marcos, el pastor David Jeremiah le guiara por los primeros dramáticos capÃtulos del m...