¿Cuándo fue la última vez que usted se detuvo para apreciar la puesta del sol? ¿O exploró los detalles de una flor en un jardín? Muchos han perdido la capacidad de ser maravillados por la grandeza de Dios. Hay una relación directa entre la maravilla como de un niño mirando a Dios y la habilidad de adorarle por quién Él es.