Afortunadamente, a la mayoría de los cristianos les enseñan la importancia de la oración en su vida espiritual. Desafortunadamente, no les enseñan las razones. Hasta que vemos a la oración como una respuesta al pecado, no estaremos motivados a orar de la forma diligente y dispuesta que deberíamos hacerlo. Daniel 9:1-19