Cualquier persona que ha visitado alguna cueva o caverna en un viaje turístico ha visto la famosa demostración: ya que se apagan todas las luces, la oscuridad es algo difícil de imaginar. Pero luego el guía prende un fósforo, demostrando que ninguna cantidad de oscuridad puede extinguir aun la fuente más pequeña de luz pura. Como veremos en nuestra introducción histórica, este es el escenario en el libro de Rut—la luz pura de Dios brilla en medio de la oscuridad.