Todos comprenden las leyes físicas del universo—la ley de la gravedad, por ejemplo. Y solamente una persona insensata las ignora. Pero hay leyes espirituales que son igualmente irrefutables—la Ley de la Cosecha, por ejemplo. Los sabios lo reconocerán y disfrutarán sus beneficios. 2 Corintios 9:6-15