Las personas depositan gran fe en el crecimiento de acciones y bonos para proteger su inversión. Pero, ¿cómo actuarían si se dieran cuenta que su precioso portafolio está destinado a la derrumba? ¿Y el dinero que pensaban ahorrar ni siquiera les pertenecía desde el principio? Bueno, es aquí donde nos encontramos en nuestras finanzas sin la provisión del Señor. 1 Crónicas 29:10-15