Un oficial británico del siglo diecisiete no podía dormir, preocupado por una reunión importante al día siguiente. Su criado le dijo: “Señor, ¿gobernaba Dios el mundo antes de que nacieras?” El oficial dijo: “Sí.” “Y, ¿lo gobernará después de que hayamos muerto?” “Por supuesto,” dijo el oficial. El criado continuó: “Entonces, ¿por qué no dejarle que gobierne el presente y el resultado de tu reunión?” El oficial consideró las palabras de su criado y durmió profundamente el resto de la noche.
Apliquémonos nosotros mismos las palabras del criado: Si Dios ha gobernado el pasado, y gobernará el futuro, ¿por qué no confiarle el gobierno del presente?
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra razones para confiar en Dios . . . en su Minuto en la Biblia.