Si usted pertenece a una iglesia, es probable que sus hijos participaron haciendo de pastores en el drama anual de Navidad. Vistiendo salidas de baño, toallas en la cabeza, y palos de escoba en la mano, aquellos pastores infantiles desempeñan sus papeles con solemne dignidad y ojos asombrados abiertos de par en par.
Pienso que es exactamente como los primeros pastores fueron al establo para ver a Jesús. No eran intelectuales sofisticados que venían a refutar la idea de que Dios nacía en Belén. Fueron hombres del pueblo que tomaron en serio el anuncio de los ángeles en cuanto al nacimiento de Jesús, y acabaron de rodillas ante el Niño Jesús.
Le habla David Jeremiah y esta es la historia de Navidad , . . . en su Minuto en la Biblia.