Cada diciembre llega un momento en que empiezo a esperar con expectativa, queriendo saber cuáles de nuestros hijos y nietos vendrán a visitarnos por Navidad. Desde el momento en que lo sabemos, empezamos a alistarnos. Así es como los residentes del pueblito de Belén deben haberse sentido cuando un profeta anunció que Jesús nacería allí.
Belén estaba a pocos kilómetros de la gran capital, Jerusalén, y, ¿por qué no sería ese el lugar de su nacimiento? Dios anunció de antemano que Belén sería el lugar de la Natividad para que el pueblo se alistara para quién sería Jesús. Belén era una ciudad humilde y Jesús llegó como un Salvador humilde.
Le habla David Jeremiah y esta es la historia de Navidad . . . en su Minuto en la Biblia.