El majestuoso villancico “Vamos reyes, tres, a Belén,” se refiere a los sabios que viajaron de una tierra distante trayéndole presentes al Niño Jesús. Pues bien, el coro habla del astro de esplendor, brillo, realeza y belleza. La Biblia dice que una estrella se les apareció en su tierra, y les guió hasta que se detuvo sobre donde estaba María, José y Jesús.
En nuestra edad científica batallamos para creer que tales cosas puedan haber sucedido. Una estrella, guiando a hombres en camellos, por el desierto; pero, ¿es eso más inusual que los demás milagros en el relato de Navidad? Me encanta la ciencia, pero me encantan muchos más los milagros de Dios.
Le habla David Jeremiah y esta es la historia de Navidad . . . en su Minuto en la Biblia.