Hay muchas personas inteligentes en el mundo que no creen en la Navidad; ni creen en el relato bíblico del nacimiento de Cristo. Pero también hay muchas personas inteligentes que lo creen. Siempre las ha habido.
Por ejemplo, hubo un pequeño grupo de eruditos que viajaron cientos de kilómetros a camello para llevarle presentes al Niño Jesús. Los llamamos sabios. En ellos hallamos, no sólo inteligencia, sino algo incluso más importante: sabiduría y humildad.
Sabiduría es la capacidad para integrar la verdad con la vida, y humildad significa dar honor a quien se debe honor. Que en esta Navidad usted y yo seamos como aquellos sabios de la antigüedad.
Le habla David Jeremiah y esta es la historia de Navidad . . . en su Minuto en la Biblia.