Juan Sebastián Bach, brillante compositor alemán, tenía un hábito nada usual. Encima de cada hoja de una partitura musical escribía las letras “JJ”; iniciales en latín para “Jesús, ayúdame.” Al pie de cada página escribiría “SDG”, iniciales en latín para sola Dei gloria, a Dios sea la gloria. Creía que el solo propósito de la música es glorificar a Dios.
Eso es ciertamente consistente con el apóstol Pablo quien escribió: “todo lo que hagan, háganlo para la gloria de Dios.” Piense en eso hoy al dedicarse al trabajo o diversión. Pida que Jesús le ayude a hacerlo todo para la gloria de Dios.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra cómo glorificar a Dios . . . en su Minuto en la Biblia.