Un colegial sufrió un síncope cardíaco en una práctica de baloncesto. Dos entrenadores se habían preparado en respiración artificial, y en el uso de un desfibrilador, que estaba en el gimnasio. Gracias a sus esfuerzos, el corazón del muchacho empezó a latir de nuevo, y le salvaron la vida.
En ese caso, la preparación determinó la diferencia; y la preparación también puede determinar la diferencia en la vida espiritual. La preparación en la guerra espiritual, en oración, en apologética bíblica, en el servicio y ministerio, y conocimiento de las Escrituras, todo esto puede determinar la diferencia en la salud de una vida espiritual.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra las razones de Dios para estar preparado . . . en su Minuto en la Biblia.