A veces después de un largo día nos sentimos como el equipo universitario que fue derrotado en 1916. Al jugar contra un equipo mucho más fuerte, fueron derrotados por el puntaje humillante de doscientos veintidós a cero.
A veces la vida tiene su manera de pisotearnos como si fuera todo un equipo de futbolistas defensas en estampida. El apóstol Pablo incluso tuvo días así. Pero en una ocasión escribió que aun cuando estaba derribado, no estaba destruido; desalentado a veces, pero no desesperado. Usted puede aprender cómo levantarse después de haber caído, tal como él lo hizo.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva . . . descubra la defensa de Dios contra el desaliento . . . en Su Minuto de la Biblia.