A los vendedores se les enseña que todo conduce a una sola cosa: la pregunta. El vendedor tiene que preguntarle al cliente si va a comprar el producto, o hacer la inversión, o dar el donativo. Lo mismo es cierto en la evangelización. Debemos preguntarle al que no es cristiano si tomará la decisión de confiar en Cristo.
Un joven predicador una vez le preguntó a Carlos Spurgeon por que él, el joven, no veía resultados de su predicación. Spurgeon replicó: “¡Debes predicar para un veredicto!” Si le habla del evangelio a alguien, no se olvide de pedirle una decisión por Cristo.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el propósito de Dios en la evangelización . . . en su Minuto en la Biblia.