Un proverbio chino dice: “Un perro le ladra algo, y el resto de perros ladran porque el otro ladra.” Eso ilustra el peligro de saltar a conclusiones, regar rumores, chismear, y la falta de dominio propio. Es provechoso investigarlo como es debido antes de empezar a ladrar.
Tres de las palabras más importantes que se pueden decir son: “No lo sé.” Cuando alguien quiere que se una a algún movimiento, que tome partido, que concuerde con una opinión; siempre es seguro decir: “No lo sé. Necesito mirarlo más de cerca.” Eso requiere dominio propio, algo que el Espíritu Santo está dispuesto a proveer.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el poder de Dios para el dominio propio. . . en Su Minuto de la Biblia.