Todo el que alguna vez ha sido maestro sabe que enseñar a otros es la mejor manera de cobrar confianza en lo que uno cree. Cuando uno enseña a otros, se enseña uno mismo. Cuando convence a otros, se convence uno mismo. Cuando persuade a otros, usted mismo queda persuadido.
Los cristianos con más confianza y madurez que conozco son los que edifican la fe de otros. Enseñan clases de estudio bíblico, dirigen grupos pequeños, evangelizan, o instruyen a sus propios hijos. La mejor manera de mantenerse fuerte en su fe es fortalecer a otros con lo que usted cree.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la bendición de Dios para los maestros . . . en Su Minuto de la Biblia.