Lord Mancroft, noble acomodado de Inglaterra a principios del siglo veinte, dijo: “Si el dinero no te da felicidad, por lo menos te ayudará a sentirte cómodo en tu desdicha.” Démosle a aquel noble crédito por pensamiento creativo, si acaso no toda la verdad.
La verdad bíblica es que el dinero no es ni bueno ni malo. Da alegría o tristeza, comodidad o incomodidad, bien o mal, sólo debido a lo que su dueño escoge hacer con él. No recuerdo haber visto alguna vez un letrero que diga: “Aquí se vende felicidad”; así que sabemos que no se puede usar el dinero para eso.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el propósito de Dios para el dinero . . . en Su Minuto de la Biblia.