La expresión “docena de panadero,” es decir, trece en lugar de doce, supuestamente se originó en la Edad Media. En Inglaterra se castigaba con severidad a los panaderos o comerciantes que timaban a sus clientes. Así que los panaderos empezaron a incluir un pan extra para evitar acusaciones de engaño.
Aunque a Dios jamás se le puede acusar de engaño, Él tiene su propia versión de la docena de panadero. Según Efesios 3:20 Dios siempre hace más de lo que pensamos que va a hacer; abundantemente más, dice Pablo. La docena de panadero es buena, ¡pero la docena divina es incluso mejor!
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la generosidad de Dios . . . en Su Minuto de la Biblia.