En más de una ocasión he oído a alguien bien intencionado decir: “Mi Dios nunca dejaría a alguien fuera del cielo,” o, “Dios nunca perdonaría a algunos y no a otros.” Afirmaciones como esas, para ser correctas, deberían ir precedidas con la frase: “En mi opinión.”
Las opiniones son buenas cuando se trata de preferencias personales o cosas que pudieran suceder en el futuro. Pero cuando se trata de asuntos que la Biblia claramente considera, las opiniones tienen que dar paso a los hechos. Independientemente de lo que deseemos que sea verdad, estamos obligados a someter nuestras preferencias a lo que la Biblia dice.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra lo que Dios ha dicho . . . en Su Minuto de la Biblia.