Mientras escribo estas palabras, miles de personas en África mueren por el Ébola. Supongo que entre ellos hay unos cuantos consagrados seguidores de Cristo. Así que, ¿cómo se aplica a ellos los versículos del Salmo noventa y uno que hablan de protección de las “enfermedades mortales”?
La Biblia nunca promete que los que le pertenecen a Dios estarán exentos de enfermedades mortales u otras dolencias. Pero el salmista sí dijo: “Dios es mi refugio y fortaleza; en él confiaré.” El apóstol Pablo dijo que nada puede separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús. Nada es más fuerte que el poder del amor de Dios.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra las promesas divinas de protección . . . en su Minuto en la Biblia.