El gran filósofo Aristóteles captó lo engañosa, y peligrosa, que puede ser la cólera. Dijo: “Es fácil enfurecerse; cualquiera puede hacerlo; pero enfadarse con la persona correcta, al punto correcto, en el momento correcto, con el objetivo correcto y de la manera correcta, eso no es fácil, y no todos pueden hacerlo.”
La Biblia dice que cierta ira es pecado y otra no lo es. Requiere sabiduría santa saber la diferencia. Cuando la ira apenas empieza, deténgase y pídale a Dios sabiduría, y no dé un solo paso mientras no la reciba.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra la verdad de Dios en cuanto a la ira . . . en Su Minuto en la Biblia.