Aunque usted tal vez no lo recuerde, probablemente ha oído que hubo un tiempo cuando los médicos iban a la casa del enfermo para atenderlo. Leí que alguien hace poco dijo: “¿Piensas usted que tiene problemas? ¡Nosotros tenemos un PLOMERO que ya no atiende llamadas a domicilio!”
Piense en lo bendecidos que somos al tener agua en nuestras casas, incluso agua caliente, duchas y tinas, inodoros, lavadoras, y, sí, incluso plomeros que vienen y reparan esos artefactos cuando se dañan. Esas son bendiciones que muchos millones del mundo no disfrutan. Todos los días debemos estar agradecidos a Dios, de quien fluyen todas las bendiciones.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra cómo agradecer a Dios . . . en Su Minuto en la Biblia.