Usted y yo nos hemos olvidado mucho que solíamos saber. Tal vez una fórmula de álgebra, o un número telefónico, o la letra de algún himno. Bien lo dice el refrán: “Ojos que no ven, corazón que no siente.” A la larga olvidamos las cosas que dejamos de usar.
El autor del Salmo 119 dijo que continuamente ponía delante suyo los juicios de Dios a fin de andar en ellos. En las horas de la noche, mientras vigilaba las ovejas, meditaba en la Palabra de Dios. A fin de saber y recordar la verdad de la Palabra de Dios, debemos continuamente mantenerla ante nosotros.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra cómo recordar la Palabra de Dios. . . en Su Minuto en la Biblia.