Dietrich Bonhoeffer, pastor alemán ejecutado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, describe una escena divertida para recalcar un punto mortalmente serio. Dijo: “Si te embarcas en el tren equivocado, de nada sirve correr por el pasillo del vagón en dirección contraria.” Una vez que las fuerzas de una decisión están en movimiento, es difícil detener las consecuencias de nuestras decisiones.
Y eso se aplica a todas nuestras decisiones, desde lo que pensamos acerca de Jesucristo, a las palabras que le decimos a un amigo, o a un familiar. Las decisiones tienen consecuencias poderosas que debemos considerar con cuidado antes de actuar.
Le habla David Jeremiah animándole a que tome el camino a una vida nueva. Descubra el camino de Dios para tomar decisiones santas. . . en Su Minuto en la Biblia.